martes, 12 de febrero de 2008

PRÓLOGO AL LIBRO DE HERNANDO GÓMEZ "EL CIUDADANO Y SUS MECANISMOS PARA SU DEFENSA"

Año 2005

No podría iniciar estas consideraciones sin citar el Informe de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos sobre la situación de los derechos humanos en Colombia, fechado el 28 de febrero de 2005, el cual, sin duda, es un obligado referente para cada uno de los lectores de esta obra. Leamos el correspondiente resumen de este informe en lo que corresponde solamente a dos de sus más contundentes capítulos: los que se refieren a la “Situación de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario” y a la “Situación de los grupos especialemente vulnerables”.
“Continuaron, dice el mencionado resumen, registrándose violaciones de los derechos a la vida, a la integridad, a la libertad y seguridad personales, al debido proceso, y a la vida privada e intimidad, así como a las libertades fundamentales de circulación, residencia, opinión y expresión. En materia de derechos económicos, sociales y culturales no se evidenciaron avances significativos. Se observó que hace falta un sistema estadístico oficial que recoja más adecuadamente las violaciones de los derechos humanos y las infracciones al derecho internacional humanitario.
La situación de derechos humanos siguió siendo crítica. Hubo un aumento de denuncias de ejecuciones extrajudiciales atribuidas a miembros de la fuerza pública y a otros servidores públicos. Continuaron siendo altos los de torturas y desapariciones forzadas. Fueron notables las denuncias de detenciones y allanamientos sin los fundamentos jurídicos adecuados, por parte de miembros del Ejército y de la Fiscalía. También hubo casos de manipulación de pruebas y de testigos. La continuidad de los nexos entre servidores públicos y grupos armados ilegales, en particular paramilitares, se puso de manifiesto en varias denuncias en las que se atribuyó responsabilidad estatal por acción directa u omisión. Persistió la precariedad de la situación de los derechos económicos, sociales y culturales, especialmente para los grupos y regiones más vulnerables del país, y en particular en cuanto al acceso, la disponibilidad, la permanencia y el goce de los derechos al trabajo, a la educación, a la salud, y a la vivienda.
Continuó la tendencia de disminución respecto de varios índices de infracciones al derecho internacional humanitario, en especial, de homicidio colectivo y la toma de rehenes, aunque los mismos siguen siendo altos. Los grupos paramilitares no respetaron el cese de hostilidades. Los grupos armados al margen de la ley, particularmente las FARC-EP y los paramilitares, siguieron cometiendo graves y numerosas infracciones como ataques a la población civil, ataques indiscriminados, homicidios, masacres, toma de rehenes, actos de terrorismo, desplazamientos forzados, utilización de minas antipersonal, reclutamiento de menores, y esclavitud y atentados contra la dignidad personal de las mujeres y niñas, como los actos de violencia sexual. Hubo denuncias de infracciones que se atribuyeron a miembros de la fuerza pública, en particular a miembros del Ejército, por homicidios, ataques indiscriminados, desplazamientos forzados, y ataques a la integridad y dignidad personales de las mujeres.
Varias medidas positivas en materia de protección y prevención se vieron debilitadas por las declaraciones públicas de altas autoridades de Gobierno, que en ocasiones públicamente cuestionaron la legitimidad de la labor de los defensores de derechos humanos y el trabajo de sus organizaciones. Continuó la vulnerabilidad de los defensores de derechos humanos, incluyendo a sindicalistas, organizaciones de mujeres y otros líderes sociales, por las amenazas y acciones de los grupos armados al margen de la ley, en particular de los paramilitares. Continuó registrándose una tendencia a la baja del número de nuevos desplazados, pero el número total de personas desplazadas aumentó. Las comunidades indígenas y afrocolombianas continuaron estando amenazadas por la acción de los grupos armados al margen de la ley. Otros grupos vulnerables fueron las mujeres, los niños, los periodistas y formadores de opinión, los funcionarios públicos como los operadores judiciales, alcaldes, ex alcaldes y concejales, así como los miembros de la Unión Patriótica y del Partido Comunista…”

Este es el contexto poco agradable en el que, después de muchos meses de estudio profundo, de investigación rigurosa y de perseverancia intelectual el doctor HERNANDO GOMEZ COLLAZOS nos presenta su bien lograda y exquisitamente bien escrita obra sobre los DERECHOS HUMANOS Y LOS MECANISMOS PARA SU DEFENSA, la cual, no dudo ni un instante, se constituirá en un libro obligado de consulta, no sólo para estudiantes y profesionales del Derecho u otras profesiones liberales sino, lo que es muchísimo más importante, para cualquier ciudadano que quiera, simplemente, incursionar en este maravilloso tema o que se vea en la situación más compleja de ser sujeto pasivo de alguna violación a los derechos esenciales y quiera saber si es posible ejercer una acción o mecanismo para amparar sus derechos, ante qué instancias lo podría hacer, cuál es el proceso adecuado, cuales las normas que debe invocar y, en fin, como puede lograr que ese Estado tan lejano y abstracto lo proteja de alguna manera. Cuan noble labor es ésta! Máxime cuando la situación del país en el terreno del respeto, garantía y ejercicio de los derechos humanos dista de ser siquiera aceptable.

Les confieso que cuando Hernando fue a mi despacho a contarme que se encontraba terminando de escribir este libro, yo pensé que se trataba de otro libro más de los miles y miles que se escriben en el mundo sobre el tema de los Derechos Humanos, quizá con el mismo tratamiento etéreo o con la misma exageración de tecnicismos con los que se redactan casi todos ellos y que los tornan en una especie de certeros somníferos, pero cuando pude leer el libro completo entendí que me encontraba realmente frente a una obra excelsa, sencilla, delicada en el lenguaje, amena, ilustrativa, eficaz en la orientación a la gente común y corriente, celosa en la escogencia de las normas comentadas entre esa inmensa maraña legislativa que caracteriza nuestro sistema jurídico y, sobre todo, perfectamente clara como para dejar en la mente del lector un panorama suficiente en lo que respecta, sobre todo, a los mecanismos para la tutela de sus derechos.

Pero estoy seguro, por haberlo oído de la propia boca del autor de este libro, que su labor no terminará aquí, pues HERNANDO GOMEZ, con igual independencia, obstinación y agudeza con que lo identifiqué en el ejercicio de la actividad política por la época en que era Concejal de Neiva, quiere convertirse desde ahora en una especie de paladín particular de los Derechos Humanos en nuestro terruño y, conociendo sus capacidades intelectuales, allende sus fronteras, promoviendo seminarios, foros, debates, conferencias, talleres y congresos pero, sobre todo, protagonizando, patrocinando o incentivando acciones concretas para poner en marcha esos mecanismos de defensa que tan detalladamente conoce.

Por todo lo anterior uno debe concluir que aunque ciertamente nuestra situación frente a la protección de los derechos humanos es preocupante, mientras existan personas como el Jurista Gómez Collazos la guerra no estará perdida.

“Tuyo es el cielo, y tuya la tierra; tú fundaste el mundo y todo lo que contiene. Por ti fueron creados el norte y el sur; el Tabor y el Hermón cantan alegres a tu nombre. Tu brazo es capaz de grandes proezas; fuerte es tu mano, exaltada tu diestra. La justicia y el derecho son el fundamento de tu trono, y tus heraldos, el amor y la verdad”.
Salmo 89, 11 a 14

Si usted está interesado en adquirir o distribuir este libro, comuníquese con su autor
HERNANDO GÓMEZ COLLAZOS al celular 3103469561 o al tel 8769467 de Neiva.